La versión de nueva generación de FIFA 23 se apoyará en HyperMotion 2, una tecnología de movimiento ensamblada con la ayuda de dos partidos disputados en La Romareda, el mítico estadio del Real Zaragoza. Junto a sus miles de animaciones, llegarán algunas innovaciones jugables que también estarán disponibles en la anterior generación.
El salto de FIFA a la nueva generación de consolas trajo consigo la tecnología HyperMotion (con su segunda entrega) y, ahora, la tercera que se lanzará para ella (lo cual incluirá a Stadia y, por primera vez, PC) apostará por una segunda versión de dicha tecnología, que supondrá un paso adelante para el sistema de animaciones y la recreación del fútbol.
La particularidad de esta tecnología es que no se realiza en un estudio tradicional de captura de movimientos, sino que puede hacerse sobre el terreno, con ayuda de algoritmos de aprendizaje automatizado. Así, este año, se han grabado dos partidos completos de once contra once: uno masculino y otro femenino.
Esos dos partidos, de once contra once, se celebraron en nuestro país. Si el año pasado el ‘rodaje’ se celebró en Sevilla, esta vez se ha realizado en Zaragoza. En concreto, en La Romareda, el mítico estadio de la capital aragonesa.
Más músculo para HyperMotion
Gracias a dicha tecnología, ya no hay que crear las animaciones y el movimiento artesanalmente, sino que un algoritmo se ocupa de analizar todo lo ocurrido en el partido para representarlo digitalmente en forma de infinidad de posibilidades. Eso ha permitido mejorar siete grandes apartados del sistema de animaciones.
Para empezar, habrá una sensación de movimiento auténtico de todo el equipo. Lejos de parecer clones a la hora de moverse, habrá una gran variedad en los modelos y la forma de moverse de los futbolistas. En relación con eso, se ha potenciado todo lo relativo a las mujeres, con animaciones específicas e, incluso, una recreación exacta de las más destacadas, como Sam Kerr.
En tercer lugar, el juego hará gala de los llamados regates técnicos. Gracias a ellos, las interacciones de los jugadores con la pelota y con el suelo serán más fidedignas, y ya no se producirán pasitos o giros extraños con los que adecuar de forma antinatural la posición a la hora de encarar o tocar el balón.
Eso tendrá su contrapartida en los jugadores que están en posición defensiva. En concreto, en los que traten de interponerse entre el atacante y la portería. Por ejemplo, si el defensor está dentro del área, se llevará las manos a la espalda para evitar una posible mano que motive la señalización de un penalti.
En quinto lugar, se ha establecido una mayor variedad en la agilidad y las aceleraciones de los futbolistas. En concreto, habrá tres arquetipos de carrera: explosiva, controlada y de largo recorrido. Así, habrá algunos jugadores que tendrán una arrancada salvaje, mientras que otros desarrollarán su velocidad en espacios más largos. Se busca que las disputas por el balón sean más imprevisibles.
Otro aspecto que se ha incluido en esta entrega son los llamados ‘remates compuestos’, que son una continuación de lo que se hizo con los pases el año pasado. Así, a la hora de bajar un balón elevado con el pecho, por ejemplo, si optamos por empalar el balón según cae, las animaciones serán mucho más naturales y fluidas.
Finalmente, se han mejorado las disputas aéreas entre los porteros y los jugadores que se dispongan a rematar, especialmente en los córners. Como consecuencia, los guardametas estarán más al tanto de dónde se encuentran los oponentes y lucirán animaciones más verídicas, sin que haya choques inverosímiles en el aire.
Kalise para todos
Pasando a la jugabilidad propiamente dicha, habrá algunos elementos que estarán disponibles tanto en la versión de nueva generación del juego como en la de PS4 y la de Xbox One (imaginamos que no así en la de Switch, a la que no se hizo mención alguna en la presentación online en la que estuvimos). Procedemos a desglosarlos.
El fichaje más destacado será el de los tiros potentes, basados en un sistema de riesgo y recompensa que requerirá mayor habilidad y, a cambio, se traducirá en chutazos más fuertes y espectaculares. Para ejecutarlos, habrá que mantener pulsados L1+R1… y apuntar con tino, pues el sistema pasará automáticamente a manual y, si no lo hacemos bien, el balón saldrá muy desviado.
También se han renovado las jugadas a balón parado. En las faltas y los córners, será posible elegir en qué punto del balón impactar con el pie, usando el joystick derecho, lo cual se traducirá en un mayor control de las trayectorias y los efectos. Por su parte, los penaltis serán más intuitivos, al basarse en un círculo concéntrico que se acercará y se alejará del balón.
Otras mejoras estarán más centradas en lo visual. Por ejemplo, habrá un sistema de físicas de impacto avanzado que se dejará notar en el retorcimiento de los tobillos al impactar con el balón, en la retracción de los dedos de los porteros al desviar un disparo… Además, habrá tiros, pases y entradas más variados, merced al mayor número de animaciones.
Igualmente, habrá algunos jugadores que correrán exactamente igual que en la realidad, como Mbappé, Vinicius, Pulicic… Asimismo, se han introducido algunas filigranas adicionales. Y se han incluido detallitos como que un jugador pueda tenderse detrás de una barrera para evitar un tiro raso, que los porteros busquen visibilidad si alguien les tapa…
Se han retocado, incluso, las redes, para que los potenciales choques de los jugadores contra ellas sean más creíbles. Así, podrán tropezarse con ellas o enredarse, ya que responderán como en la realidad, y no como si fueran muros de hormigón.
Con todos esos fichajes, FIFA 23 tratará de ofrecer el fútbol virtual más variado y espectacular que se haya visto nunca. Sobre todo en la nueva generación, donde el sistema de animaciones automatizado HyperMotion 2 tratará de marcar la diferencia.
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